Por qué soy desafinado?

A algunos de nosotros nos ha pasado o nos han dicho en el clímax de nuestra mejor interpretación en el karaoke, la regadera o al calor de la fiesta que, aunque lo hagamos con mucho amor, no atinamos a una sola nota, aunque nosotros pensemos que estamos cantando en el tono apropiado. Y sin duda nos puede llegar a dar el bajón con esto. ¿Pero qué es lo que sucede?
Antes que nada, aprovechare esta oportunidad para aclarar el termino desafinado o desentonado, que no significa otra cosa que cantar notas diferentes a las de la canción, dejando a un lado otras características del canto. De la misma forma ser entonado o afinado es cantar las notas que te dicta la música.
Ahora bien, ¿por qué soy desafinado? Esto normalmente se debe solo a la falta de técnica y/o entrenamiento. Como vimos en un post anterior seguir estructuras musicales es una habilidad que se aprende. Y lo que sucede cuando no se ha entrenado es que mi cerebro escucha una nota, pero mi cuerpo, mi voz, no sabe como reproducirla. Técnicamente puede haber mucha tensión o faltar aire, o al contrario hay mucho aire, etc. Las razones pueden ser muchas, pero eso es algo que seguramente desconocemos si no tenemos el entrenamiento apropiado. Otra razón puede ser la falta de costumbre para seguir una melodía. Tal vez lo hayamos hecho en juego o sin pensarlo, pero cuando queremos hacerlo de una forma más “estricta” podemos notar que no es tan fácil como creíamos, y esto solo es por falta de entrenamiento. Es un poco como pararse de manos, puede verse muy fácil y natural, pero si no sabemos cómo colocar las manos, cómo apretar el cuerpo, o no tengo la fuerza suficiente es poco probable que lo logre.
En resumen, ser desafinado no es una maldición con la cual debamos aprender a vivir, ni un impedimento para aprender a cantar, es solo falta de pericia que se puede solucionar con el entrenamiento adecuado y constante. Aunque no debemos olvidar lo mas importante: el canto es una expresión del alma y siempre se debe hacer con amor y alegría, aunque solo seamos un tenor de regadera.